La Arepa, pasado y presente
LAS AREPAS, PASADO Y PRESENTE
Según el académico venezolano Mariano Picón Salas la palabra arepa proviene de la voz erepa, que significaba maíz para la etnia extinguida de los cumanagotos. destaca su similitud con la forma del disco solar, «como si en ellas las nobles razas que la crearon quisieran venerar a ese primero y más visible Dios que calienta la tierra».
La descripción más antigua al vocablo arepa aparece en el libro «Viaje y descripción de las Indias (1539-1553 de Galeotto Cei )»“Hacen otra suerte de pan con el maíz a modo de tortillas, de un dedo de grueso, redondas y grandes como un plato a la francesa, o poco más o menos, y las ponen a cocer en una tortera sobre el fuego, untándola con grasa para que no se peguen, volteándolas hasta que estén cocidas por ambos lados y a esta clase llaman areppas y algunos fecteguas.”
Fray Pedro Simón, en su obra «Noticias Historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales», de 1626, registra el consumo de arepas en la actual Venezuela, y escribe "Veíanse las pobres indias tan afligidas en este tiempo, sin dejarles dormir de noche ni de día, haciendo arepas para tantos, ..., una noche, entre dos luces, sin sacar nada de su ropilla, con achaque de ir por leña para las arepas”.
Bernabé Cobo,(1580-1650) en «Historia del Nuevo Mundo», escribieron que “en América los aborígenes hacían unas tortas tan gruesas como un dedo, que se llaman arepas”.
Pedro Cieza de León, En su obra «Crónica del Perú», cuya segunda parte, «El señorío de los Incas», publicada en 1871, registra el consumo de la arepa en la provincia de Cartagena: " Entre estos indios de que voy tratando, y en sus pueblos se hace el mejor y más sabroso pan de maíz en la mayor parte de las Indias, tan gustoso y bien amasado que es mejor que alguno de trigo que se tiene por bueno”.
José de Acosta, un viajero filósofo y jesuita español en el siglo XVI, contrastó la arepa con el pan y el casabe al decir que este es “más grueso y más cálido y engendra sangre.” También menciona que la arepa tiene forma “de un disco solar” y el budare es como “piedra o arcilla de sacrificio para el rito del primer pan.”
Pedro Ruiz de Tapia, el contador del rey en Venezuela en 1548, señala que” las arepas eran racionadas al pueblo; cada indio recibía tres arepas de maíz al día para el almuerzo y la cena”.
El científico francés Jean-Baptiste Boussingault recorrió el territorio colombiano entre 1823 y 1832 por orden de , "Los chamis llevan una existencia vagabunda: aman la selva y las corrientes de sus ríos, donde pescan. Durante semanas dejan a sus mujeres el cuidado de cultivar el maíz y la yuca; el primero es la base de su alimentación vegetal, como en toda Sur América y México. Cuando la mazorca no está madura todavía, la ponen a cocinar bajo ceniza y entonces es un alimento harinoso, ligeramente dulce, llamado “choclo”; cuando los granos están maduros, los mojan en agua y los trituran en una piedra, para hacer una pasta que modelan como una galleta y que cocinan en un plato de barro: así obtienen la “arepa”, especie de pan ácimo.
El viajero sueco Carl August Gosselman, quien recorrió a Colombia por las regiones de Antioquia y el Viejo Caldas, escribió en su libro «Viaje por Colombia 1825-1826» a su regreso a Estocolmo "Lo que más abunda es el maíz, base de la alimentación, que se expende en forma de arepas, gruesas galletas de muy buen sabor, sanas y algo más nutritivas que el pan, prescindiendo de la porción de agua que contienen"
La preparación de la arepa por estos pueblos fue resultado natural de la producción del maíz. El maíz era un elemento importante en la dieta de los indígenas. Las mitologías indígenas hacen referencias al maíz o a la mazorca y describen estos como una «ofrenda que los dioses hicieron a los hombres». Tradicionalmente, la preparación de arepas era realizada por las mujeres. En primer lugar, remojaban los granos de maíz, quitaban los cascos de los granos y molían los granos hasta hacer harina. Luego, la harina era mezclada con agua para crear una masa. Con la masa se amasaban bolas, las cuales eran aplanadas y cocidas hasta que el exterior de la masa estaba cocido. Para preparar arepas las mujeres utilizaban metates para moler y triturar el maíz y budares (parrillas de barro cocido) para cocinar las arepas.
La arepa es un símbolo de la tradición indígena todavía presente en Colombia, Venezuela y parte de Bolivia.
Con la introducción de la harina de maíz precocido el modo de preparación cambió en 1960 ya que simplifica el proceso al hacer innecesario remojar y moler el maíz La harina de maíz pre cocida ya viene lista para preparar arepas. Solo es necesario mezclar agua y un poco de sal para crear la masa. El proceso tarda alrededor de 5 a 10 minutos. Cuando la masa esta suave y moldeable, se puede crear la forma de las arepas y cocinar.
La reciente expansión de la diáspora venezolana ha fortalecido la creación de fábricas de “harina pan” en Colombia, USA e Italia, para abastecer un mercado cada vez más numeroso, no solamente proveniente de Sudamérica, sino para los europeos encantados de disfrutar el sabor de la arepa y sus beneficios nutricionales: baja cantidad de sodio, siendo ideal para quien posee una dieta baja en sal, no contiene gluten, siendo una excelente opción para personas celíacas o con intolerancia al gluten y fuente de energía y de carbohidratos.
En Jax Torrevieja puede disfrutar de las arepas, con todas sus combinaciones, carne mechada, queso, jamón, pollo, aguacate, etc. y en todo momento, desayuno, almuerzo o cena.
Autor: Jose Manuel Herrero